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Amando de Miguel

Baile de nombres

Empiezo a sentirme fatigado con esa reacción nacionalista. Decididamente los nacionalistas han perdido el sentido del humor. Es lo típico del resentimiento.

Raúl de Gasteiz anda intrigado por saber "en qué momento de la Historia se fijaron los apellidos". No creo que se pueda datar ese momento. Sospecho que, además del nombre de pila, se empezaron a utilizar los apellidos cuando, en la Edad Media, cristalizaron las ciudades y se apreció una cierta movilidad social y espacial. Don Raúl precisa algunas consideraciones sobre los nombres en vascuence que aquí hemos comentado. Por ejemplo, existe el nombre de Iraulza (= Revolución), aunque no es muy común. Tampoco se lleva mucho el nombre de Ekaitz (= Galerna). En cambio, lo de Ikurriño parece una broma. Don Raúl sostiene que algunos topónimos de la zona de habla vascongada son una mala traducción al castellano del original vasco. Así, el desfiladero de Don Hermanas traduce el original Biaitzpea (= debajo de los dos peñascos). La confusión provino de la semejanza entre aitzpea (= bajo el peñasco) y ahizpa (= hermana).

Josu Liza me critica que comente con ironía algunos estrambóticos nombres que ahora se ponen a los niños vascos, como reacción a la tradición cristiana. Mis comentarios le producen "sorpresa y decepción". Don Josu reconoce que hay muchos nombres de pila que se refieren a elementos de la naturaleza: Ekaitz (= tormenta), Ibai (= río), Hodei (= nube), Haizea (= viento). Sostiene don Josu que es lo mismo que ocurre en castellano con nombres como Mar, Estrella, Sol, Pilar, Dolores, etc. Don Josu tiene que aguantar la risa cuando oye esos nombres. Sin embargo, entiendo que los dos hechos no son equiparables. Los nombres citados en castellano lo son de advocaciones de la Vírgen: María del Pilar, María de la Soledad, etc. En cambio, los nombres vascos a los que se refiere mi corresponsal son una reacción paganizante que se produce contra la tradición cristiana. Por otro lado, es perfectamente legítimo aplicar la ironía a la onomástica, empezando con mi propio nombre de pila, que a tantas bromas se presta. Un alumno me dijo el otro día que mi nombre de pila parecía extraído de una telenovela venezolana. Lo que ocurre es que a estos vascos nacionalistas se les hacen huéspedes los dedos en cuanto se menciona desde fuera sus cosas. Empiezo a sentirme fatigado con esa reacción nacionalista. Decididamente los nacionalistas han perdido el sentido del humor. Es lo típico del resentimiento.

Pelayo Molinero me envía una larga lista de nombres recogidos en Huerta del Rey (Burgos). Entresaco algunos de los más sonoros: Evodio, Fidencia, Fidícula, Gláfira, Lupicinio, Mamerto, Neomisia, Ubiniano, Xivé. Mi impresión es que es una suerte tener un nombre que sea tan sonoro y personal como los de la lista.

Al interminable rol de nombres raros se añaden los de Puerto Rico. Véase este repertorio de Luis Brau-Cebrián:

Aqui en Puerto Rico he conocido un Wigberto Brau (mi primo), una Aeropagita Guzmán y a una Cristeta Laloma, hermana de Numancio Laloma. Este país también ha producido rarezas como ya le había contado antes, Dolores Fuertes de Barriga.

Es en el campo que se oyen nombres mas raros como Tachada Lopez, Cayo (Carlos) Duro, y Chaquespier Rivera. Hay muchos otros que estoy seguro en España no son comunes.

Lo que mas me choca es la cantidad de nombres "indigenas" inventados. Yadira, Yesenia, Takyra, etc etc. Me revientan. ¿Indígenas de donde? El lenguaje de los taínos no era escrito y no sobrevivió. No hay tainos en Puerto Rico desde mediados del siglo 16. Fueron exterminados por la Encomiendas reales y la viruela, entre otros males europeos.

Vince Rodríguez (Austin, Texas, USA) me dice que en San Antonio de Texas voy a encontrarme con tipos que se llaman Guadalupe o Trinidad. Me parecerá estupendo.

En Sociedad

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